martes, 4 de diciembre de 2012

Su amor en mis venas.

La cosa va de un sábado 24 de Noviembre no demasiado frío. Mi afán por la(s) primera(s) fila(s) no puede ser de este mundo, así que a las 19:00h llegando a la puerta de la sala ya estaba con las palabras "ya verás qué cola" en la boca cada 10 segundos. Giro la esquina y veo como mucho a 20 personas bebiendo cerveza y riendo, pienso: "Está bien, ¿segunda fila? No puedes pedir más." Y es entonces cuando mi mente se relaja y empiezo a fumar como una posesa por culpa de los nervios preconciertiles. Supongo que todo el mundo conoce esos nervios, el "qué cantará", "qué llevará puesto" y "ayseñorquelesvoyaver" son las únicas cosas que se me pasan por la cabeza en la cola de cualquier concierto al que me presento.
Entramos y esperamos. La misma espera infinita de todos los conciertos, mirando a la gente de mi alrededor y al escenario. Por fin suena la introducción y ay, ese cosquilleo sube por mi barriga y cuando me quiero dar cuenta ya estoy saltando, qué bonitos y aunque he de reconocer que empezaron con una de las canciones que menos me gusta del cd, me alejé completamente de mi misma y disfruté, sin más. El momento "majareta" fue demasiado bonito para ser real, mi sonrisa debía salirse de mi cara, me dejé la garganta y la vida en sus canciones. Me maldije en "Fauna rara" al no haber llevado nada gracioso que ponerme y en por verte sonreír se me vino Marto alguien a la cabeza en seguida. También me dejé la mano de tanto estirarla para conseguir una de las flores que repartió al cantar "la flor" pero malditas zorras me quedé sin flor, sin púa, sin baqueta y sin nada de nada de estos señores. Me queda el recuerdo y las sensaciones que de nuevo me hicieron sentir, la felicidad extrema que no soy capaz de conseguir de cualquier otra manera, la obtengo en un concierto.
Se encienden las luces y siento como un vacío dentro, como que me han quitado un pedazo de mi y se ha quedado ahí en la sala guardado para siempre. Salgo y no me puedo creer lo que he vivido durante las dos cortas horas que acaban de pasar volando. ¿Ya está? ¿Ahora qué? ¿Se acabó? Solo queda repetir lo vivido millones de veces en mi cabeza, escuchar las canciones, cerrar los ojos y transportarme al lugar donde pase lo que pase fuera, soy feliz.


Isa @MgFluorescent

1 comentario: